Súper sorteo!

En decopeques.com están haciendo un sorte interesantísimo!!

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Todos a participar, y muchísima suerte!!

Y digo yo:

Y si tooooodo el tiempo libre que tengo lo uso en volver a escribir?

Bobo

En el Río de la Plata, llamamos bobo al corazón.

Y no porque se enamora: lo llamamos bobo por lo mucho que trabaja.

Eduardo Galeano

Vuelta a los escritos

Tanto tiempo, tantas cosas, desde la última vez que escribí...

Sólo pasó una hora y media desde la última entrada hasta el primer test de embarazo.

Ahora, embarazada de cinco meses, sabiendo que tengo una menina dentro, leo lo que escribí en su momento y me entra un poquillo de vértigo...

Este es un primer paso, es limpiar los cristales de mi ventana para volver a asomarme a menudo, y gritar lo que me pasa.

Para empezar, iré haciendo un repaso da minha gravidez, e depois a gente ve...

Es que estoy oxidaíta, claro!!

Soy un punto rojo

Ahora soy vermelha. Ellas dicen que ya no pueden verme de otra manera.

El pasado sábado, noche mágica, yo era un punto de energía que hacía que todo girase a mi alrededor. Ana y Eva lo vieron, lo sintieron así.

El pasado sábado, noche mágica, me robaron la cámara de fotos. A alguien no le importó mucho nuestra magia, la lindeza de nuestra energía, y me quitó el instrumento con el que reflejo mi realidad...

Me encanta ser un punto rojo, me encanta participar en el baile de energías, pero a veces eso no me sirve para nada.

Quiero participar en una coreografía y no me dejan. Quiero meter las energías en la batidora de mi útero para que no dejen de girar, y girar, y girar...

A lo peor, ni tan siquiera es miedo. Eso sería un palo.

Que me dejen bailar alejá de lo que no quiero!!!

Y cerquita de lo que quiero...

Pero nada! Lo que me faltaba ya...

Así no se puede...

Una aquí, siendo todo lo feliz que puede, y siempre le sale el granillo que le fode la fiesta!

De granillo ando frita, de mí ando fartinha, y entre mí y yo misma... Me quedo conmigo!

Tristona, fraquinha, saliendo de las garras de un poderoso virus que me retuvo en cama más de 16 horazas... Y entrando en las garras del virus del pavo pavísimo, más pava no se puede.

Y como ya os quiero mucho, voy a quererme otro rato.

Mais um fino!

Ventanas

Pois! Como é que é possível, pá?

Nena, no juegues con fuego!

... Y fuego se quedó sin amiga.

En todos los juegos, en todas las situaciones que implican una apuesta, una subasta, oferta y demanda, es siempre así: tienes que superar lo ya ofrecido.

Tienes que sopesar el valor de cada cosa, y calcular la conveniencia de cada opción diferente.

Me han sopesado mal.
Creo que fallaron los cálculos.
Me he hecho daño.
Y ya no quiero jugar más.

Porque yo lo valgo.

XV Centenário do Kuarenta

Han sido dos semanas sin parar. Que si la obra de la azotea, que si el Centenario...

Las obras ayudaban a ensuciar lo que íbamos limpiando. Casi una tonelada de madera, subirla al quinto piso, cortarla, tratarla, montar los techos de los dos cuartos, de la entrada y de la buhardilla, pintarlos todos...

Y lo conseguimos. El día seis terminamos las obras, el día siete lo limpiamos todo, todito, todo y comenzamos a cocinar, para el día ocho poder recibir a la gente en una casa acogedora, limpinha y llena de comida!

Qué es un centenario? Es el cumpleaños de una casa república. Dicen que vivir un año aquí es como vivir cien en cualquier otro lado. El día del centenario viene la gente que ya vivió en esta casa, es una fiesta para los antiguos.

El sábado se juntaron aquí varias generaciones. Llegaron a la hora de comer, pasamos el día conversando, a ver quién es la nueva, cómo se porta, qué hace aquí...

El jueves pasado Sérgio y yo recorrimos las otras veinticinco repúblicas para convidarlas. Dos de cada casa para cenar, y el resto, a partir de la media noche, para festejar.

Las noticias vuelan en Coimbra, y en poco tiempo todos los estudiantes saben que hay centenario (es decir, comida y bebida gratis) en alguna de las casas, y aquí acabaron todos...

Lo bonito, el día siguiente. Despertar resacosa, ver las paredes que tres días antes pintaste de blanco nuclear chorreando vino tinto, el suelo encharcado, botellas de cerveza vacías en los sitios más inimaginables, lavar los platos y los cacharros
de cocina, traer los muebles que llevamos a casa
de los vecinos... En fin, rehacer lo que habíamos
hecho hasta ese día...

Lo bonito? En estos quince días he ganado más confianza con mis compis que en todos los meses que frecuento la casa. Serrar, pintar, barrer, cocinar codo con codo tantos días seguidos hacen que te conozcas, sí o sí.

Fue una fiesta bonita, bonita la hicimos y bonita la vivimos. Fue bonito el antes y el después, fue bonito el momento y bonito queda el recuerdo.